Perfil del Personaje | El Profeta



 Perfil del Personaje

El Profeta

La culminación de los eventos en Venecia, incluido el asesinato del dogo Marco, Barbarigo aporta información sobre un cargamento templario que llega desde Chipre. Un año después, en 1487, Ezio intercepta este paquete misterioso en Venecia. Disfrazado de guardia, lucha para evitar que llegue a su destinatario: Rodrigo Borgia durante la contienda, Ezio recibe ayuda de otros asesinos, incluidos su tío Marco, Paola y La Volpe, aunque Borgia consigue escapar, consiguen finalmente su botín. Se trata del Fruto del Edén, un artefacto antiguo del que Altair Ibn-La’Ahad dijo que tenía extraños poderes. Uno de los asesinos que ayudaron a egipcio en Venecia fue el famoso filósofo y político Nicolás Maquiavelo.

Ezio se incorporó a la hermandad de los asesinos y su primera misión fue un desastre: cuando intentaba dejar el Fruto del Edén para que lo custodiara una aliada, Caterina Sforza, gobernante de Forli, se encontró con la ciudad asediada por dos hermanos. Checco y Ludovico Orsi, siguiendo órdenes de Rodrigo Borgia. Durante la contienda, Ezio acabó malherido e inconsciente, y el Fruto llegó a manos del Fraile dominico Girolamo Savonarola.

A Ezio le llevó 10 años encontrar el fruto del Edén. Durante esa época Savonarola había llegado al poder en Florencia usando el fruto para ganar influencia. También había ordenado el asesinato de personas muy queridas. Para hecho: su primer amor, Cristina vespucci y su marido. Hecho y Maquiavelo ocasionaron la caída de Savonarola le robaron el fruto y hicieron que la población se alzara en contra del monje caído en desgracia. Éxito lo mató antes de que ardiera en la hoguera.

La hermandad repasó el códice de Altair en busca de alguna pista. Su investigación sobre el fruto del Edén y la información técnica, les dieron un camino a seguir. Les reveló una cámara secreta bajo la capilla Sixtina en Roma, también descubierta por Rodrigo Borgia. Dos años después de derrocar a Savonarola, la hermandad fue a Ciudad del Vaticano para que Ezio se enfrentara a Rodrigo, conocido entonces como el Papa Alejandro VI. Ezio empleó el Fruto para debilitar a su enemigo, mientras que Rodrigo luchó con su férula papal otra pieza del Fruto. La determinación de Ezio y el Fruto demostraron ser superiores y Ezio consiguió derrotar a Rodrigo, aunque decidió perdonarle la vida.

Mediante la combinación del fruto y la férula papal, Ezio abrió la cámara oculta y accedió a ella. Allí, un espectro de un miembro de la primera civilización que afirmaba ser Minerva apareció ante él mientras varios símbolos misteriosos brillaban intensamente en los muros. Asombrosamente, Minerva decidió no hablar con Ezio, sino hacerlo a través de él, dirigiéndose a una presencia invisible. Ezio era el profeta. Había cumplido su papel, Minerva proyectó visiones alrededor de Ezio que mostraban la relación entre los humanos y aquellos que vinieron antes y le dio las instrucciones para buscar y proteger los templos, que servirían de protección frente a la destrucción del mundo y para salvar a la humanidad.


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