Amigos y Enemigos

Amigos y Enemigos

Los buenos, los malos y las apariencias.

Hoy la línea que separa a los aliados y a los adversarios no siempre es tan nítida, por lo que Ezio hace bien en no fiarse del todo de la gente hasta que identifica claramente quiénes están de su parte. y quiénes no.

Leonardo da Vinci.

El erudito da Vinci, hombre del Renacimiento, por definición, ha pintado, esculpido y diseñado igual o mejor que sus antecesores y que aquellos que vinieron después su retrato de la Mona Lisa se exhibe en el Museo de Louvre en París y está considerada una de las mejores obras de arte sobre lienzo. Asimismo, sus proféticas invenciones han demostrado estar décadas o incluso siglos por delante de su tiempo, avanzando posteriores inventos en la aviación, la informática y la ingeniería civil, entre muchos otros. Desde luego, su mente es maravillosa y demuestra ser útil, y un amigo leal para Ezio. A da Vinci le fascina la hoja oculta y logra descifrar varias páginas del códice de Altair para realizar varias mejoras innovadoras. La máquina voladora que crea dota a las ambiciones de Ezio de una emocionante perspectiva aérea durante una misión de altos vuelos.




Nicolás Maquiavelo.

Maquiavelo tiene algo siniestro. Esta suposición no se ve mermada por el hecho de que su apellido se emplee en el popular adjetivo “maquiavélico” que suele aplicarse a alguien que quiere conseguir ventajas políticas y personales a toda costa. El uso de la palabra se popularizó tras la publicación de su famosa novela El Príncipe, que se convirtió en el manual del comportamiento para los oportunistas y con jugadores. Maquiavelo, astuto como un zorro, disimula bien su alianza con los asesinos. Se oculta a plena vista como un funcionario cuando Ezio lo conoce. Sus medios astutos vienen bien cuando ayuda a Ezio a vencer al monje enloquecido Girolamo Savonarola, y a recuperar el Fruto del Edén. Acaba convirtiéndose en el líder de la hermandad, aunque sus posturas y las decisiones no siempre coinciden. Además, nunca está claro del todo. qué intereses persigue.




Rodrigo Borgia.

Borgia lidera la Iglesia católica como el Papa Alejandro Sexto. Sin embargo, bajo sus elaboradas vestiduras se halla el gran maestro de los templarios. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, aunque Borgia está corrompido hasta la médula. Utiliza su influencia para asegurarse de que sus rivales acaben eliminados y sustituidos por candidatos templarios. Además, es el principal impulsor de varios acontecimientos centrales, el juicio y la ejecución sumaria de Giovanni Auditore, el fallido golpe en Florencia y el asesinato del dogo de Venecia, por ejemplo. Borgia cree que es el profeta que abrirá la Cámara sellada del Vaticano y consolidará el poder de los templarios mientras. Borgia siga con vida, Ezio seguirá intentando desbaratar los planes durante su mandato, una de las épocas más oscuras de la orden.




Marco Barbarigo.

Barbarigo, de alta cuna y con atuendo lujoso, luce su riqueza sin atender a la pobreza de los demás. Está acostumbrado a salirse con la suya echando mano de la astucia y del engaño o contratando a otros para que hagan el trabajo sucio. Podríamos debatir si eso lo convierte en un cobarde o en un táctico maestro. Mejora notablemente su estatus al servicio de Rodrigo Borgia, Gran Maestro de la Orden de los Templarios, que lo convierte en dogo de Venecia. A partir de entonces puede que consciente de su suerte o por miedo a perder su ilícita posición, no es habitual verlo fuera de su palacio. Ezio roba una máscara de carnaval para entrar en una fiesta privada, pero incluso así tiene que usar su pistola oculta para acabar con el fraudulento reinado de Barbarigo.


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